Si bien no es ningún secreto que las medidas preventivas son esenciales para mantener a las personas saludables, muchas personas mayores esperan su visita anual de bienestar para ponerse al día sobre su estado de salud. Para personas con afecciones crónicas como la diabetes, las pruebas de detección preventivas y diagnósticas, y los servicios que se ofrecen como parte de una evaluación de salud en el hogar (IHE) pueden ayudar a llenar el vacío entre las visitas al consultorio y servir como un centro para la continuidad de la atención.
Casi el 30% de los adultos en los Estados Unidos mayores de 65 años tienen diabetes, y hay muchos más en riesgo. Nuestra excesiva dependencia de la prevención atada a los centros ha exacerbado la cantidad de dinero que gastamos en diabetes como nación, con $1 de cada $7 gastados en atención médica aplicados al tratamiento de la diabetes y afecciones relacionadas con ella, como la ceguera, enfermedades renales y cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y amputaciones.
Las IHE ayudan a identificar los riesgos para la salud antes de que se agraven, previniendo eventos adversos costosos y facilitando el manejo holístico de la afección en todos los entornos de atención para obtener mejores resultados de costo y calidad. Y, de acuerdo con una encuesta de Signify Health Harris realizada a finales de 2020, el 61% de las personas mayores de los EE.UU. están interesadas en recibir servicios de atención médica en su hogar, y el 65% expresa su voluntad de participar en una evaluación de salud en el hogar que incluya servicios de diagnóstico y prevención.
Todos los días, en todos los condados y estados del país, hay profesionales clínicos certificados Signify Health visitando a miembros del plan Medicare Advantage para realizar evaluaciones de salud integrales en la comodidad y conveniencia de los hogares de los miembros. A menudo realizan exámenes y servicios de diagnóstico, lo que incluye la prueba de hemoglobina A1c y exámenes oculares para diabéticos. Éstos son esenciales para el control de la diabetes y pueden aportar información crítica sobre la eficacia de los planes de tratamiento actuales de los miembros.
Más allá de las pruebas diagnósticas y preventivas necesarias, nuestros médicos monitorean la adherencia de los miembros a la medicación, confirman su estado de salud y dedican tiempo a responder cualquier pregunta que puedan tener sobre sus afecciones. Para las personas que viven con diabetes, estas pruebas de detección y servicios en el hogar pueden ser fundamentales. Hasta el 60% de las personas con niveles elevados de HbA1c, por ejemplo, no se ajustan a su plan de tratamiento. La información recopilada durante una IHE puede informar las decisiones del equipo de atención que previenen eventos adversos para la salud y reducen los costosos servicios de emergencia y cuidados críticos.
Si queremos mejorar los resultados de la diabetes entre las personas mayores, el hogar debe ser una parte esencial de su cuidado. El hogar es el sitio donde podemos ser proactivos en cuanto a la prevención, volver a involucrar a las personas mayores con su salud, tener la máxima transparencia en sus vidas cotidianas y sus rutinas, y es donde podemos apoyar mejor sus visitas anuales de bienestar. Obtenga más información sobre cómo cerrar las brechas en el control de la diabetes con servicios preventivos y de diagnóstico. (Este artículo también está publicado en el boletín trimestral RISE Quality & Revenue Community).